Mi metodología a la hora de planificar historias. Parte 1
¡Hola a todos!
En este artículo voy a compartir las bases de lo que yo personalmente hago para escribir una historia. Antes de nada, solo quiero hacer mención a que usaré algunos términos relacionados con los juegos de rol y cómo, bajo mi experiencia, la escritura y creación en ambos mundos de entrelazan perfectamente. Como ya he mencionado muchas veces, mi trasfondo proviene de dicho mundo al que amo con locura, por lo que mis “bases” en lo referente a la escritura, están muy influenciadas por éste. Sin más dilación ¡Empecemos!
- Rumiando la idea
El momento en el que la idea de una nueva historia comienza a germinar en tus pensamientos es maravilloso. Puede que sea una respuesta a la necesidad de crear algo, de dar a conocer la historia de un personaje concreto, que nazca tras ver una serie, leer un libro o simplemente nazca de un momento en medio de la cotidianidad. Sea como fuere, hay que poner a trabajar tu cerebro, tu imaginación y tu bolígrafo. Anota las ideas, los nombres que se te ocurran, tomate tú tiempo para hacer una lluvia de ideas, pero ante todo, anótalo. Luego ya llegará el momento de pulir la idea, descartar y añadir. Como decían algunos de mis profesores cuando era pequeño “Cuanta más azúcar, más dulce el pastel”.
Pequeños trucos: usa el móvil para escribir esas ideas que pasan veloces. Si no es el momento para ello, utiliza tu Whatsapp para mandarte un audio a ti mismo con dicha idea. Lleva entre tus cosas una libreta y un boli de bolsillo y haz uso de ellos. Tomate un momento al cabo del día para elucubrar tu idea, ya sea por la mañana con el café o en el descanso del trabajo, nunca sabes cuándo puede llegar “LA IDEA” (y recuerda, ¡Toma nota!)
- Poniéndote en camino
Conozco bastantes escritores que comienzan sus manuscritos simplemente sentándose frente al ordenador y comenzando a escribir. Si ese es tu modo ¡perfecto! pero, “aquí hemos venido a hablar de mi libro”.
Si ya tengo una idea en la cabeza lo suficientemente estructurada o clara como para dar el paso de comenzar a contarla, comienza el momento de tomar apuntes. Si, como lo lees, apuntes. Investigar en qué momento sucederá temporalmente, que tipo de narración deseo usar, el lenguaje, rebuscar entre otros productos de entretenimiento similitudes… hay muchas bases de datos a las que recurrir y como siempre, mucho que anotar.
Similitudes con el rol: en este paso, mi acción directa sería determinar qué juego usar. Cada manual de rol nos presenta una serie de herramientas a la hora de poner en marcha la historia que deseamos contar. Por ejemplo, si quiero contar una historia de alta fantasía, no usaría un manual como “Slang” basado en luchas de bandas callejeras, mafia y contrabando. Si mi historia sucede en el futuro, manuales como Cyberpunk o Star Wars, serian perfectos. Estos manuales me darían la base de juego, los límites del mismo, me apoyarían con su propia historia a contar la mía, entre otras muchas facilidades.
Pequeños trucos: busca novelas que ya traten el tema de tu historia, no solo te ayudaran aportándote ideas, sino también revelando datos importantes y un lenguaje que ya sabes que funciona. Cualquier otro medio de entretenimiento como los videojuegos, series y películas también aumentarán tus conocimientos básicos sobre lo que envolverá la historia que deseas contar. Por supuesto, usa bases de datos para recabar más información (general y concreta), wikipedia, páginas dedicadas al tema, youtubers y un enorme etc. ¿Para algo vivimos en la era de la información no?
- Creando un esquema
Vale, si has seguido mis pasos y consejos, ahora mismo tienes sobre la mesa un buen montón de información, datos, fechas, ideas… Llega el momento de definir, aunque sea por encima la trama. Yo para este fin uso los esquemas lineales: bocadillos de información conectados por líneas.
Vamos a ejemplificar esto:
- Inicio de la historia: primer bocadillo; el personaje se encuentra solo en su casa y totalmente perdido en la vida, con ganas de bajarse de la misma cuanto antes.
- Nudo: segundo bocadillo; chico conoce chico y se enamora perdidamente, aunque por culpa de su estado de ánimo, ni se le ocurre acercarse a éste pero nace en él una necesidad mayor.
- Desenlace: tercer bocadillo; al final ambos chicos se conocen y el prota, gracias a todo el camino recorrido en pro de conocerse a sí mismo y a su amado, se da cuenta que el tipo es un pedante y, finalmente, decide pasar de él.
Ya dejamos ver que el personaje comienza en un punto muy bajo de moral, con problemas de autoestima. En el nudo, conoce al que será su motor en pro del cambio. En el desenlace, gracias al camino que ha hecho con tal de conocer a su amor platónico, cambia hasta el punto de conocerlo y darse cuenta de que “mejor, no”. Pero dicho viaje y cambio introspectivo, nos cuenta la historia e incluso, nos detalla el final. Y todo ello esquematizado.
Yo dedico mucho tiempo al esquema, es una parte de la creación que me apasiona. Poco a poco crecerá, casi como si cobrará vida. Siguiendo con el ejemplo: entre en inicio y nudo, añadiremos el bocadillo del Capítulo 2: cómo es su día a día. Después, Capitulo 3: el día que se encontró con un libro de auto ayuda. Como ves, se va rellenando por orden que deseamos que suceda. Determino que el Capítulo 7 es el nudo donde conoce por un amigo de un amigo al chico. El Capitulo 8, el prota comienza a darse cuenta de que si lo quiere conocer, ha de cambiar su modo de ver la vida.
La esquematización te ayuda a plasmar el orden de sucesos de tu historia, pero también a tener el hueco suficiente para ir añadiendo todas esas ideas que danzan en tu cabeza. Además, mientras creas el guión, nacerán situaciones, personajes secundarios, antagonistas, lugares y una enorme cantidad de recursos que posteriormente podrás explorar y usar si lo deseas. Otra gran ventaja, es escribir sabiendo a dónde va tu historia. Conozco mucha gente que comienza una historia dejándose llevar por lo que surja (lo que no está mal), pero con la contraparte de tener que reescribir capítulos posteriores al avanzar en la misma, crear personajes que se sienten incómodos en la historia, detener en seco la escritura al no saber dónde va (con la frustración personal que todo ello añade) y muchas otras problemáticas que algún día trataré más a fondo.
Similitudes con el rol: a la hora de crear una aventura de rol, las bases son idénticas. Dónde comienzan los personajes de los jugadores, dónde estará el punto de inflexión y cómo acabará la historia. Una vez que tenemos claros estos puntos, comenzamos a crear el contenido de alrededor. Por ejemplo: un grupo de mercenarios contratados para secuestrar a una baronesa, que al final resulta ser un complot para matarla y desatar una terrible guerra y que se solucionará cuando estos las rescaten y acaben con quien los engañó y contrato. Presentación, nudo y desenlace. Comenzaremos con el grupo, después con el viaje hasta donde reside la baronesa, el antagonista mostrándose de un modo hasta que después los quieres asesinar, etc. Todo ello, nos dará lugares, personajes secundarios, el antagonista… Como ves, es el mismo trabajo, solo que para dos conceptos con pocas diferencias.
Pequeño truco: en este mismo blog, hace un tiempo ya, compartí un tutorial sobre cómo usar Whimsical, una web en la que elaborar esquemas (entre otras muchas funciones). Obviamente, papel y lápiz es un método perfecto para esquematizar, uno, que muchos prefieren por trabajar directamente con la mano, pero si queréis saber más acerca de esta herramienta, aquí queda el artículo que le dediqué.
Y de momento hasta aquí. Próximamente ampliaré este artículo, con los siguientes pasos que yo sigo a la hora de crear una historia. Dime qué te ha parecido, cuáles son tus métodos y cómo vives ese primer momento, rumiando la idea.